Conoce la historia de las galletas de mantequilla, su origen, desde cuándo salieron, de dónde son, cómo se llamaban y datos relevantes.
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Las primeras galletas de mantequilla se originaron durante la Edad Media en Europa, específicamente en Escocia y Dinamarca, la historia se remonta al siglo XII, en ese tiempo los panaderos solían hornear pequeños trozos de masa para probar la temperatura de sus hornos antes de colocar el pan en el interior, estos pedazos de masa se conocían como “biscuit bread” y con el tiempo comenzaron a agregar ingredientes como mantequilla y azúcar para mejorar su sabor hasta convertirse en una galleta “shortbread”.
El origen de las galletas de mantequilla no es preciso, sin embargo, la historia nos dice que las galletas de mantequilla llamadas “shortbread” se originaron en el siglo XII en Escocia, volviéndose muy populares porque se servían en las reuniones sociales. Originalmente, se llamaban “petticoat tails” debido a su forma similar a las faldas de la época.
El nombre “shortbread”, en sí proviene del término “short”, que significa crujiente y quebradizo debido a su alto contenido de grasa, “shortbread” significa galleta o panecillo caracterizado por su textura quebradiza y mantecosa, elaborado principalmente con mantequilla, azúcar y harina.
Originalmente, las “shortbread” (galletas de mantequilla), eran un lujo reservado para ocasiones especiales como bodas, Navidad, “Hogmanay” (Nochevieja escocesa), y “St. Andrews Day” (Día Nacional de Escocia).
En Dinamarca, las galletas de mantequilla o galletas danesas son conocidas como “smørkager“, lo que se traduce literalmente como “galletas de mantequilla”. Estas galletas también tienen una larga historia y son apreciadas por su sabor a mantequilla y su textura crujiente.
Aunque no se puede atribuir el origen específico de las galletas de mantequilla a un solo país, estas tradiciones en Escocia y Dinamarca ofrecen pistas sobre los orígenes de estas deliciosas galletas.
La primera receta de galletas de mantequilla documentada se remonta al siglo XVI en Escocia, eran bastante básicas y consistían únicamente en mantequilla, azúcar y harina. A veces, también se añade un poco de arroz o de maicena para mejorar la textura. La alta proporción de mantequilla en la receta es lo que da a las galletas “shortbread” su sabor distintivo y su textura crujiente y quebradiza.
A la Reina Mary de Escocia, a menudo se le atribuyen las galletas de mantequilla o al menos el perfeccionamiento de las “petticoat tails”, los cocineros de su corte tomaron influencias de la cocina francesa que se desarrolló en la corte y perfeccionaron la galleta usando mantequilla, harina y azúcar como ingredientes principales. A su chef personal, John Fethy, se le atribuye haber perfeccionado la receta, lo que llevó al desarrollo de las delicadas y quebradizas galletas de mantequilla que se disfrutan hoy en día.
Las galletas de mantequilla “shortbread” se hacen tradicionalmente a mano y se corta en formas redondas o rectangulares, pero también se pueden encontrar en otras formas, como dedos o triángulos.
Las galletas “shortbread” puede tener diversos sabores, como extracto de vainilla, ralladura de limón o chispas de chocolate y a menudo se sirve con té o café, pero también se puede disfrutar solas.
Tambien son un regalo popular y a menudo se regala a amigos y familiares durante la temporada navideña. Las galletas “shortbread” son un recordatorio de la rica herencia culinaria de Escocia y es una tradición querida en todo el mundo.
En los Estados Unidos las galletas “butter cookies” son similares a las “shortbread”, ambas comparten un ingrediente principal: la mantequilla. La diferencia radica en la proporción de ingredientes y la textura y el sabor resultante.
Las “butter cookies” suelen contener una mayor proporción de azúcar y harina que mantequilla, este mayor contenido de azúcar da como resultado una galleta más dulce y crujiente, en comparación con las galletas de mantequilla tradicionales escocesas conocidas como “shortbread”.
El término “cookie” tiene su origen en la palabra En los Estados Unidos las galletas “butter cookies” son similares a las “shortbread”, ambas comparten un ingrediente principal: la mantequilla. La diferencia radica en la proporción de ingredientes y la textura y el sabor resultante.
Las “butter cookies” suelen contener una mayor proporción de azúcar y harina que mantequilla, este mayor contenido de azúcar da como resultado una galleta más dulce y crujiente, en comparación con las galletas de mantequilla tradicionales escocesas conocidas como “shortbread”.
La holandesa “koekie”, que significa “little cake” (pequeño pastel). Los colonos holandeses e ingleses trajeron a Estados Unidos estos dulces, parecidos a pasteles y el término evolucionó gradualmente hasta convertirse en “cookie” (galleta) en el idioma inglés. Las galletas fueron populares en Estados Unidos desde la era colonial, ya en el siglo XVIII se les conocía comúnmente como “cookies”.
La popularidad de las galletas de mantequilla creció en toda Europa y en diferentes regiones desarrollaron sus propias versiones incorporando harina de arroz o maicena. Su fama se extendió más allá de Escocia y se convirtió en un regalo muy apreciado en Inglaterra y otras partes del mundo.
Las primeras recetas de galletas de mantequilla surgieron en regiones como Dinamarca, Alemania y Escocia. Durante el Renacimiento, estas recetas se extendieron por toda Europa, siendo las favoritas de la aristocracia y finalmente, llegando a los hogares. Las galletas de mantequilla a menudo se preparaban para ocasiones especiales, celebraciones y días festivos, convirtiéndose en una parte integral de las tradiciones culinarias europeas.
En el siglo XVII, la colonización europea llevó las galletas de mantequilla a América del Norte.
Cuando los exploradores europeos zarparon hacia el Nuevo Mundo, trajeron consigo sus preciadas recetas, incluidas las de las galletas de mantequilla.
En el siglo XVIII, con la llegada de la producción en masa y la disponibilidad de ingredientes, las galletas de mantequilla se volvieron más accesibles al público en general.
En Estados Unidos las galletas de mantequilla ganaron prominencia durante los siglos XVIII y XIX, convirtiéndose en un alimento básico en los hogares estadounidenses.
Los inmigrantes de varios países europeos enriquecieron aún más la herencia de las galletas, añadiendo sus toques y sabores únicos. Las galletas de mantequilla se convirtieron en un componente esencial de la repostería estadounidense y las familias transmitieron sus recetas secretas de generación en generación.
Las galletas de mantequilla “shortbread” se hizo cada vez más popular en los siglos XVIII y XIX y a menudo se exportaba a otras partes del mundo.
Con el tiempo, las galletas de mantequilla se han difundido por todo el mundo y han evolucionado para incluir una variedad de ingredientes y sabores, pero su rica herencia europea sigue siendo parte de su historia culinaria.
Hoy en día, las galletas de mantequilla tienen numerosas variaciones según la región, sin embargo, siguen siendo una combinación de mantequilla, azúcar y harina, horneadas a la perfección, los tipos de galletas de mantequilla más comunes son:
Explorar la fascinante historia de las galletas de mantequilla nos lleva a apreciar el arte y la tradición que han viajado a través del tiempo, llevando consigo siglos de pasión por la repostería y el amor por los sabores auténticos.
En cada forma y en cada decoración, las galletas de mantequilla han contado historias de celebraciones, amor y unión. Así como los antiguos maestros pasteleros perfeccionaron sus recetas generación tras generación, en Repostería Cerca continuamos esa tradición con dedicación y creatividad.
Permítenos ser parte de tus momentos más dulces. Contacta aquí a tu proveedor de galletas, porque cada galleta tiene una historia que contar, y nos encantaría ser parte de la tuya.
